A partir de la Copa Libertadores 2017 el formato sufrirá un cambio de calendario, pasando de jugar de enero a junio a jugar de febrero a marzo, por un problema de calendarización que hacía que varios equipos jugaran cada 2 días, incluso.
Recordemos que en Sudamerica el clima tiene las estaciones al revés que en el "Cono Norte", por lo que el receso de ellos, de noviembre a enero es verano, y quedaría de cierta forma apegado a un calendario FIFA adaptado la parte Sur, cosa que llevaría a no poder otorgarles vacaciones a los jugadores mexicanos, ya que la fase de grupos se estaría jugando entre febrero y julio.
Los dueños de equipos del Futbol Mexicano tuvieron reunión durante la final de la Copa MX, junto con personas de CONMEBOL, tratando de negociar la calendarización, pero no fructificó y salvo un milagro por parte de CONMEBOL, México estaría fuera de esta competencia.
Para CONMEBOL la no participación de México en la Copa significaría una pérdida económica de aproximadamente el 30% de los ingresos, mientras que para los equipos mexicanos significaría un cierto estancamiento de nivel y no poder competir contra grandes equipos.
Los 2 equipos clasificados para esta edición son Chivas y Tijuana, en espera del tercer clasificado a la Copa.
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